Víktor Pelevin, S.N.U.F.F.

Extracto de la nueva novela de Víktor Pelevin.

Existen pasatiempos que te salvan en los momentos de adversidad mental. La mente confusa entiende qué y en qué orden hacerlo, y temporalmente encuentra la paz. Los pasatiempos, como, por ejemplo, hacer solitario, recortar la barba y bigote y bordado tibetano de meditación. Y ahora casi olvidado, el arte de escribir libros.

Me siento muy extraño. Si alguien me hubiera dicho que yo, como último sommelier, estaría sentado delante del Manitu y enhebrando uno al otro tallados encerrados bloques de palabras, escupiría en la cara de esta persona, en un sentido figurado, por supuesto. Yo todavía no me he convertido en un orco, aunque conozco esta fauna mítica mejor de lo que me gustaría. Pero escribí este libro de memorias no para la gente, lo hice para Manitu, delante del cual compareceré pronto, por supuesto si él me querría ver (él puede estar demasiado ocupado, porque a esta reunión irá conmigo una enorme cantidad de las personas).

Los sacerdotes dicen que en cualquier invocación al Singular se tienen que detallar todas las circunstancias del caso. Las malas lenguas afirman que la razón de hacer trampa para la recitación es: cuanto mayor sea la apelación, mayor será el costo para leerlo en la iglesia. Pero una vez que tuve la buena oportunidad de contar esta historia ante la faz de la eternidad, lo haré con todo detalle, explicando incluso lo que ustedes pueden saber, pues del mundo familiar posiblemente en breve no quedará nada, solamente estos esquemas.

Cuando empecé con estas observaciones aún no sabía cómo culminaría toda esta historia, y la mayor parte de los acontecimientos están descritos como yo los experimentaba y entendía en el momento en que ocurrían. Así que en mi historia a menudo me equivoco en el tiempo. Sería posible corregir todo esto durante la redacción, pero me parece que así es más auténtico, como si mi historia fuera fotografiada en el celuloide. Dejé todo de la forma que estaba.

Los protagonistas de esta historia serán el joven orco Grym y su novia Chloe. Las circunstancias eran tales que desde hace mucho tiempo yo los observaba desde el aire, y casi todos los citados diálogos fueron grabados por los micrófonos remotos de mi "Hennelora". Así que tengo la oportunidad de contar esta historia, como la vio Grym, lo que hace mi trabajo mucho más interesante, pero no daña la credibilidad de mi historia.

Mi intento de ver el mundo a través de los ojos de un joven orco puede parecer a alguien poco convincente, en especial la parte en la que describo sus sentimientos y pensamientos. Por supuesto, el deseo del hombre civilizado para sumergirse en el estado de ánimo problemático de los orcos se ve sospechoso y poco sincero. Pero no estoy tratando de hacer un retrato del interior del orco en su totalidad. Un antiguo poeta dijo, que cualquier historia es como una tela estirada sobre las hojas de las ideas precisas. Y si mi conocimiento del alma de los orcos son exactas, y son precisos, entonces este no es mi mérito. Y ni siquiera el mérito de nuestro sommelier, pues siglo tras siglo se ha venido criando la llamada ‘cultura del orco’ para convertir su horizonte espiritual en absolutamente claro para la supervisión y el control adecuadas. Es mucho más fácil. El hecho es que he realizado gran parte del trabajo en estas notas, cuando Grym, por destino, era mi vecino y yo podía hacer cualquier pregunta que me interesaba. Y si escribo "Grym pensó ..." o "Grym decidió..." , no es mi especulación, sino la transcripción ligeramente editada de su propia historia.

Por supuesto, es una tarea difícil, tratar de ver el mundo conocido desde la infancia por los ojos de un joven orco y mostrar cómo el salvaje joven que no tiene ninguna idea sobre la historia y la organización del universo está creciendo gradualmente en una civilización, acostumbrándose a sus "milagros" y su cultura (con placer pusiera la segunda palabra entre comillas). Pero más complejo que tratar de verme a través de los ojos de otro, resultará ser yo mismo el héroe de esta memoria, un doble, como narrador de historias y como protagonista.

Pero el centro de esta historia triste de amor y de venganza no pertenece ni a mí ni a los orcos, sino a una persona cuyo nombre todavía no puedo recordar sin lágrimas. Tal vez dentro una docena de páginas obtendré la fuerza suficiente.

Unas pocas palabras sobre mí. Mi nombre es Damián-Landulf Damilola Karpov. Yo no poseo suficiente manitu sobre la genealogía del nombre, y yo sólo sé que algunas de estas palabras están cerca del inglés de iglesia, una parte de ruso superior, y algunas raíces se esconden en las olvidadas lenguas antiguas, en las cuales en la actual Siberia desde hace un largo tiempo nadie habla. Mis amigos me llaman sólo Damilola.

Si hablamos de mi identidad cultural, religiosa y política (esto es algo muy convencional, pero usted tiene que entender que la voz llega hasta usted a través de los siglos), soy laico, post-anticristiano, existencialista, conservador liberal, siervo enamorado de Manitu y, simplemente, un hombre libre imparcial que se acostumbra a pensar sobre todo con su propia cabeza. Si hablamos de mi trabajo, soy el creador de la realidad. No soy un loco que se imagina una deidad, lo que equivale a Manitu. Yo, por el contrario, evalúo sobriamente mi trabajo, por el cual me pagan tan poco.

Cualquier realidad es la suma de la tecnología de la información. Esto se aplica igualmente a la estrella adivinando impulsos cerebrales en el nervio óptico y a la revolución de los orcos, de la cual informa el programa de noticias. La acción de los virus, que se establecieron a lo largo de la vía nerviosa también se aplica a la tecnología de la información. Así pues, soy a la vez los ojos, los nervios, y el virus. Y otro medio de entrega del ojo a la meta y (cambio de un suave susurro), dos ametralladoras a los dos lados.

Oficialmente mi trabajo se llama "operador de live news". El término en inglés de iglesia "live" aquí sería más honesto reemplazarlo por ‘dead’, si usted quiere llamar al pan, pan. Qué hacer, es que cada época inventa sus propios eufemismos. En tiempos antiguos, la habitación de la felicidad la llamaban letrina, después retrete, baño, cuarto de baño, y cada vez de otra manera, y cada una de estas palabras poco a poco se saturaba con el olor de las letrinas y necesitaban un reemplazo. De la misma manera y privar de la vida, como no lo llames, lo que está pasando requiere la frecuente rotación de rótulos y etiquetas.

Yo estoy usando con generosidad las palabras "operador" y "video-artista", pero en el fondo, por supuesto, entiendo exactamente lo que estoy haciendo. Todos nosotros, íntimamente lo entendemos bien, porque allí, en la oscuridad eterna, donde nace la luz de nuestra mente, vive Manitu, y él ve la esencia a través de los andrajos de cualquier palabra.

En mi profesión hay dos aspectos inseparables. Yo soy videoartista. Mi estudio personal virtual se llama "DK v-arts & all", y todos los profesionales serios conocen su poco llamativo logotipo, que se ve en la esquina inferior derecha con gran aumento. Y también soy el piloto de combate de CINEWS INC, de la corporación que filma las noticias y snuff. Esto es una estructura completamente independiente del Estado, que es difícil de entender para los orcos. Los orcos sospechan que nosotros los engañamos. Ellos piensan que cualquier sociedad sólo puede ser mejorada según el esquema de ellos, sólo el más malo y más cínico. Asi son los orcos.

El Estado que tenemos es sólo una oficina que repara grietas a costa del contribuyente. El presirator no escupe solo un vago, y cada año es más y más difícil encontrar candidatos dispuestos a ser elegidos para este cargo, y ya los funcionarios públicos, incluso, se tienen que ocultar. La Reserva de Manitu extrangula a todos y a los miembros no les gusta hablar sobre ello, incluso inventaron una ley especial sobre hate speech (discurso del odio) (Nota del editor. Declaraciones que siembran el odio). Bajo esta ley, si nos fijamos, cae casi cualquier mención de ellos. Por lo tanto CINEWS desprecia y desestima al Estado, pero es poco probable que se enfrente a la Reserva o a la Casa de Manitu, que por ley no está controlada por nadie, ni tampoco a la Verdad (a la que no es recomendable buscar intensamente, pues no podrían entenderla).

Yo no soy mal artista y hay muchos semejantes. Pero soy mejor piloto, y en la compañía lo saben todos. Precisamente a mí siempre me han confiado las tareas más difíciles y delicadas. Y nunca he defraudado ni a CINEWS INC, ni a la Casa Manitu.

En mi vida realmente me fascinan sólo dos cosas: mi cámara y mi sura.

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